miércoles, 16 de mayo de 2012

Cómo la revolución maoísta erradicó la drogadicción en China

¿Cómo puede el pueblo liberarse de la drogadicción?

Hoy, aquí en Estados Unidos, parece una imposibilidad. El sistema dice que está "combatiendo la droga" con la chota, nuevas medicinas, religión, nuevas terapias y campañas de "di no". Sin embargo, el problema de la drogadicción persiste y la chota lo aprovecha para joder al pueblo.

¿Por qué? Porque este sistema rapaz lleva a la gente a drogarse y porque poderosas fuerzas del sistema sacan enormes ganancias del narcotráfico. La producción, transporte y venta de droga es un negocio multimillonario que controlan grandes capitalistas ligados al gobierno, la CIA y la policía. Así y todo, el gobierno le echa la culpa al pueblo, especialmente a la juventud pobre, por el "problema de la droga".

LOS MAOISTAS DECIMOS: ¡TODA LA OPRESION, INCLUSO LA DROGADICCION, ES ALGO QUE PODEMOS ANIQUILAR!

¿Cómo lo sabemos? Porque cuando triunfó la revolución maoísta en China en 1949, el pueblo mismo, con la dirección del Partido Comunista, aplicó métodos maoístas para erradicar la drogadicción. ¡Esa experiencia y esos métodos son MUY IMPORTANTES hoy en todo el mundo!
Por todo el planeta los revolucionarios están estudiando las contribuciones de Mao Tsetung, el más grande revolucionario de nuestros tiempos, y le están enseñando al pueblo cómo la práctica y teoría de Mao puede guiarlo hoy a liberarse. El 26 de diciembre de 1993, el Centenario del natalicio de Mao Tsetung, empezaron importantes celebraciones en todo el mundo.
La forma en que la revolución maoísta acabó con la drogadicción demuestra que: "CUANDO LA REVOLUCION ENGRANA, EL PUEBLO MIRA HACIA OTRO MANANA".

La vieja China tenía el peor problema de droga en el mundo

Antes de que triunfara la revolución de Mao en 1949, el pueblo chino era superpobre y superexplotado por un puñado de terratenientes, caudillos militares y capitalistas extranjeros.
En la vieja sociedad china había montones de adictos: 70 millones de adictos al opio, la morfina y la heroína. Los jornaleros muertos de hambre recurrían al opio para olvidar su dolor, hambre y desesperación; y los perezosos ricos se drogaban porque no tenían nada más en qué entretenerse. En algunas regiones todos, incluso los niños, fumaban opio. En las ciudades lo vendían en las esquinas como vender paletas. En el trabajo se fumaba.
En la vieja China el pueblo sufría terriblemente por la drogadicción. Muchos pobres gastaban lo poco que tenían en droga, en vez de comer. A veces, los adictos abandonaban a sus niños o incluso los VENDIAN para comprarse drogas. Muchas mujeres adictas acababan en la prostitución y morían de enfermedades.

Cómo les echó encima la droga el sistema

Los colonialistas europeos y estadounidenses le impusieron la droga a China; el gobierno inglés libró la famosa guerra del Opio en 1839 para obligarla a recibir el opio que llevaban los barcos ingleses. Malcolm X dijo: "¡Imagínense! ¡Declararle la guerra a alguien porque no quiere dejarse narcotizar!"

Ese narcotráfico comenzaron los grandes capitalistas porque hacían fortunas vendiendo droga y porque necesitaban financiar su conquista de China. Los corruptos funcionarios del gobierno chino también sacaban provecho ayudando a los capitalistas extranjeros a esclavizar al pueblo.

Algo parecido se ve hoy en el mundo. La clase dominante de Estados Unidos está entrelazada a todo nivel con el narcotráfico, incluso hasta lo organiza, lo financia y lo defiende. En la década de los 60 inundó de heroína los ghettos y barrios pobres para financiar su guerra secreta en Laos. Luego en la década pasada, Reagan y la CIA traficaron cocaína para financiar su guerra secreta contra Nicaragua. Las corporaciones farmacéuticas estadounidenses se enriquecen de la venta, legal e ilegal, de pepas para acelerarse y calmarse. La conexión llega hasta la calle, donde el policía de la esquina demanda "su tajada" de la venta.

Tanto la experiencia de China como la de Estados Unidos demuestran por qué el sistema jamás podrá resolver el problema de la droga. El sistema es el que causa el sufrimiento y aislamiento que lleva a buscar un escape con las drogas, y aprovecha la adicción para debilitar y someter al pueblo. Al mismo tiempo, montones de capitalistas y de funcionarios públicos se enriquecen. En una palabra: el sistema CAUSA la drogadicción y se beneficia de ella.

En China, la revolución maoísta acabó con la drogadicción RAPIDAMENTE. Los ejércitos revolucionarios de Mao derrotaron a los ejércitos opresores en 1949. TRES AÑOS DESPUÉS ya no había adictos, vendedores, ni cultivos de amapola ni contrabando de droga. En apenas tres años, China pasó de tener 70 millones de adictos a no tener ninguno.

¿Cómo acabó con la drogadicción la revolución maoísta?

La revolución creó un Ejército Popular de Liberación y luego un gobierno popular. El Partido Comunista de China, la vanguardia maoísta, dirigía el gobierno y a las masas. Cuando triunfó la revolución en 1949, por primera vez el Poder se puso al SERVICIO DEL PUEBLO, no de los opresores. La vieja sociedad dejó muchos problemas, pero ahora el pueblo podía organizarse para resolver en serio sus problemas.

Desde el comienzo de la lucha contra la drogadicción los revolucionarios se apoyaron en el método maoísta de LA LINEA DE MASAS. No era una campaña de sermones de trabajadores sociales a la juventud. Los comunistas revolucionarios movilizaron a LAS MASAS POPULARES. En la ciudad y el campo se organizaron para acabar con la producción, venta y consumo de la droga.

Los revolucionarios maoístas movilizaron a los propios adictos, exhortándolos a dejar el vicio y unirse a la lucha para construir una nueva sociedad. También movilizaron al resto de la comunidad a apoyar a sus hermanos y hermanas adictos, con persuasión y educación. Los ex adictos y sus parientes participaron en marchas y manifestaciones: en los barrios organizaban celebraciones para quemar drogas. Organizaron a los niños en las escuelas y con el NUEVO PODER hicieron uso de la prensa y la radio para apoyar la campaña revolucionaria.

Es difícil dejar el vicio, pero LAS MASAS sabían si los adictos seguían drogándose: los niños luchaban con sus padres, las esposas con sus esposos, todo mundo urgía a los adictos que contribuyeran a la nueva sociedad.
Los revolucionarios organizaron al pueblo para desbaratar las redes que vendían el veneno. Así fue disminuyendo la cantidad de droga; se volvió más y más difícil conseguirla.

En una palabra, la lucha contra la drogadicción fue un movimiento de masas: un movimiento popular que solo un gobierno revolucionario del pueblo es capaz de crear.

Acabar con la drogadicción es parte de la lucha de CLASES

Mao Tsetung dijo: UNIR A TODOS LOS QUE SE PUEDA UNIR PARA LUCHAR CONTRA EL VERDADERO ENEMIGO. En China la vanguardia le enseñó al pueblo que la erradicación de la droga era parte de la LUCHA DE CLASES contra la vieja sociedad, y que había que distinguir entre el pueblo y el enemigo.
Los maoístas decían que los enemigos eran el viejo sistema y sus defensores, y que los drogadictos eran parte del pueblo y que había que considerarlos como víctimas del viejo sistema. Aquí es todo lo contrario: la policía y la mayoría de los curas dicen que "el sistema está bien" y que los drogadictos son basura y criminales.

Por eso es que en China a los que admitían que eran drogadictos no los arrestaban; todo lo contrario, los elogiaban por HACER LO DEBIDO Y LO REVOLUCIONARIO. Como el pueblo estaba en el Poder, los adictos no temían pedir ayuda. Se estableció una fecha límite: el adicto tenía cierto tiempo para dejar el vicio; durante ese tiempo le daban un poco de opio e inyecciones para aliviar los dolores.

El gobierno revolucionario también dijo que no consideraría como enemigos a los pequeños traficantes, SIEMPRE Y CUANDO ayudaran a acabar con el narcotráfico. El gobierno les compraría todo lo que tenían y cultivaban. A cambio, tenían que abandonar del todo el negocio. Algunos no aceptaron y resistieron, y el pueblo se encargó de ellos y los arrestó. Unos vivían sueltos bajo constante vigilancia; a otros los reeducaron en la cárcel.

Estas medidas revolucionarias trataban a todos los pobres como hermanos; a los adictos y traficantes pobres les dieron "UNA SALIDA": trabajo y la oportunidad de ingresar en la sociedad para transformarla.
Pero a los grandes narcotraficantes que se enriquecieron del sufrimiento del pueblo los trataron como ENEMIGOS DEL PUEBLO. Los juzgaron ante miles de personas y los ciudadanos cuya vida arruinaron fueron el jurado. La sentencia fue TAJANTE Y JUSTA: cadena perpetua o muerte. Solo mataron a cinco o 10 en las grandes ciudades.

La campaña de Mao contra la adicción fue un gran éxito

Para fines de 1951, la Agencia Noticiosa de la Nueva China anunció que el problema de la droga estaba "resuelto en lo fundamental" en el norte (la parte que fue liberada primero). El sur tardó un año más porque ahí había grandes zonas de cultivo.

Lo que posibilitó todo eso fue el NUEVO PODER. Había nuevo dinero y los bancos estaban en manos de los revolucionarios, lo que impedía el lavado de dinero ilegal. La disciplina y la conciencia del movimiento revolucionario impidió que los narcotraficantes sobornaran al nuevo gobierno. Además, la nueva economía SOCIALISTA daba trabajos a todos y eliminaba la pobreza que llevaba a muchos al narcotráfico.
Por casi 20 años no hubo drogadicción en China. Pero volvió en 1976 y eso se debió a que la revolución maoísta fue derrotada. En cuanto regresó el viejo capitalismo, también regresó la drogadicción. De una manera triste, la restauración del capitalismo también demostró que NO SE PUEDE LIBERAR AL PUEBLO SIN LA REVOLUCION Y SIN PERSISTIR POR EL CAMINO REVOLUCIONARIO.

La revolución maoísta rechaza los métodos BURGUESES de combatir la droga. No se trata de una que otra reforma, como "dinero para rehabilitación"; no se trata de una solución "individual", de terapia; no es cuestión de llenar las cárceles de adictos mientras que se deja en libertad a los grandes narcotraficantes; no es cuestión de predicar moralismo ni sermones hipócritas. Querer acabar con la droga sin la revolución proletaria es un sueño.

La revolución de Mao ofreció VERDADERAS SOLUCIONES: PARO la infame esclavitud de la droga; paró el narcotráfico CAPITALISTA que sacaba lucro del sufrimiento del pueblo. Además, con los métodos maoístas se estaba acabando con muchas otras formas de opresión, como la prostitución, la venta de niños, la pobreza, el analfabetismo, el desempleo, el maltrato de la mujer, el crimen, el salvajismo policial y muchas más. La revolución transformó por completo la vida y el modo de pensar de miles y millones de personas; el pueblo logró hacer cosas que solo un par de años atrás eran IMPENSABLES.

La REVOLUCION MAOISTA DA RESULTADOS porque va a la raíz del problema: tumba del Poder a los opresores y su viejo sistema, y se apoya en las masas para continuar la revolución y construir una sociedad completamente nueva.
Por eso es que aquí también se necesita una revolución. HACE TIEMPO se necesita un cambio; no se puede hacer más SIN la revolución maoísta.
                                                                                                                                                                                                                     

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